Exponente
Priscila Lira es una fotógrafa brasileña cuya obra abarca el retrato, la fotografía artística y la fotografía callejera abstracta, con una constante exploración de la imagen como medio de expresión artística. Graduada en el Instituto Internacional de Fotografía, donde estudió bajo la tutela del reconocido fotógrafo Danilo Russo —quien ha trabajado con Vogue Italia—, Priscila ha desarrollado un enfoque experimental único que le ha valido reconocimiento, incluyendo una publicación en Vogue Italia y su participación en la Semana de Arte Transmoderno en su ciudad natal, Santos.
Durante la pandemia, Priscila profundizó en la fotografía expandida, creando la serie Expandidos, capturada mediante videoclips de larga exposición. Su trabajo también incluye fotografías publicadas en L’artechemiPiace Contempo Arte.
La serie Espelhados de Priscila recibió gran reconocimiento al ser destacada en A Casa em Revista, una prestigiosa publicación dentro de la escena artística de Río de Janeiro. Su obra también encontró una poderosa forma de expresión en el arte público: un mural en Vila Madalena, São Paulo, creado por el artista visual André Hulk, representa una imagen capturada por Priscila durante su inmersión en la cultura indígena. La fotografía, un retrato de un curumim guaraní, fue transformada en arte callejero que trasciende la imagen original, convirtiéndose en una pieza de resistencia cultural y subrayando la importancia de la representación indígena en los espacios urbanos.
Además de su trabajo personal, Priscila es fundadora de @streetphotographybrazil, una plataforma global que conecta fotógrafos callejeros de todo el mundo.
Su fotografía desafía las narrativas convencionales, ofreciendo imágenes que expanden los límites de la percepción visual a través de la fotografía callejera abstracta. Mediante reflejos en charcos, ventanas y superficies urbanas, su trabajo transforma escenas cotidianas en composiciones visuales que invitan al espectador a reconsiderar su manera de percibir el tiempo y el espacio.
Priscila Lira continúa rompiendo las fronteras de la fotografía tradicional, capturando momentos fugaces y convirtiéndolos en declaraciones visuales poéticas y experimentales.
